Análisis Bíblico
15 de junio de 2025
1 Reyes 2

1 Reyes 2

Esfuérzate, y sé hombre. Guarda los preceptos de Jehová tu Dios.

Capítulo Completo

1 Llegaron los días en que David había de morir, y ordenó a Salomón su hijo, diciendo:

2 Yo sigo el camino de todos en la tierra; esfuérzate, y sé hombre.

3 Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas;

4 para que confirme Jehová la palabra que me habló, diciendo: Si tus hijos guardaren mi camino, andando delante de mí con verdad, de todo su corazón y de toda su alma, jamás, dice, faltará a ti varón en el trono de Israel.

5 Ya sabes tú lo que me ha hecho Joab hijo de Sarvia, lo que hizo a dos generales del ejército de Israel, a Abner hijo de Ner y a Amasa hijo de Jeter, a los cuales él mató, derramando en tiempo de paz la sangre de guerra, y poniendo sangre de guerra en el talabarte que tenía sobre sus lomos, y en los zapatos que tenía en sus pies.

6 Tú, pues, harás conforme a tu sabiduría; no dejarás descender sus canas al Seol en paz.

7 Mas a los hijos de Barzilai galaadita harás misericordia, que sean de los convidados a tu mesa; porque ellos vinieron de esta manera a mí, cuando iba huyendo de Absalón tu hermano.

8 También tienes contigo a Simei hijo de Gera, hijo de Benjamín, de Bahurim, el cual me maldijo con una maldición fuerte el día que yo iba a Mahanaim. Mas él mismo descendió a recibirme al Jordán, y yo le juré por Jehová diciendo: Yo no te mataré a espada.

9 Pero ahora no lo absolverás; pues hombre sabio eres, y sabes cómo debes hacer con él; y harás descender sus canas con sangre al Seol.

10 Y durmió David con sus padres, y fue sepultado en su ciudad.

11 Los días que reinó David sobre Israel fueron cuarenta años; siete años reinó en Hebrón, y treinta y tres años reinó en Jerusalén.

12 Y se sentó Salomón en el trono de David su padre, y su reino fue firme en gran manera.

13 Entonces Adonías hijo de Haguit vino a Betsabé madre de Salomón; y ella le dijo: ¿Es tu venida de paz? El respondió: Sí, de paz.

14 En seguida dijo: Una palabra tengo que decirte. Y ella dijo: Dí.

15 El dijo: Tú sabes que el reino era mío, y que todo Israel había puesto en mí su rostro para que yo reinara; mas el reino fue traspasado, y vino a ser de mi hermano, porque por Jehová era suyo.

16 Ahora yo te hago una petición; no me la niegues. Y ella le dijo: Habla.

17 El entonces dijo: Yo te ruego que hables al rey Salomón (porque él no te lo negará), para que me dé Abisag sunamita por mujer.

18 Y Betsabé dijo: Bien; yo hablaré por ti al rey.

19 Vino Betsabé al rey Salomón para hablarle por Adonías. Y el rey se levantó a recibirla, y se inclinó ante ella, y volvió a sentarse en su trono, e hizo traer una silla para su madre, la cual se sentó a su diestra.

20 Y ella dijo: Una pequeña petición pretendo de ti; no me la niegues. Y el rey le dijo: Pide, madre mía, que yo no te la negaré.

21 Y ella dijo: Dése Abisag sunamita por mujer a tu hermano Adonías.

22 El rey Salomón respondió y dijo a su madre: ¿Por qué pides a Abisag sunamita para Adonías? Demanda también para él el reino; porque él es mi hermano mayor, y ya tiene también al sacerdote Abiatar, y a Joab hijo de Sarvia.

23 Y el rey Salomón juró por Jehová, diciendo: Así me haga Dios y aun me añada, que contra su vida ha hablado Adonías estas palabras.

24 Ahora, pues, vive Jehová, quien me ha confirmado y me ha puesto sobre el trono de David mi padre, y quien me ha hecho casa, como me había dicho, que Adonías morirá hoy.

25 Entonces el rey Salomón envió por mano de Benaía hijo de Joiada, el cual arremetió contra él, y murió.

26 Y el rey dijo al sacerdote Abiatar: Vete a Anatot, a tus heredades, pues eres digno de muerte; pero no te mataré hoy, por cuanto has llevado el arca de Jehová el Señor delante de David mi padre, y además has sido afligido en todas las cosas en que fue afligido mi padre.

27 Así echó Salomón a Abiatar del sacerdocio de Jehová, para que se cumpliese la palabra de Jehová que había dicho sobre la casa de Elí en Silo.

28 Y vino la noticia a Joab; porque también Joab se había adherido a Adonías, si bien no se había adherido a Absalón. Y huyó Joab al tabernáculo de Jehová, y se asió de los cuernos del altar.

29 Y se le hizo saber a Salomón que Joab había huido al tabernáculo de Jehová, y que estaba junto al altar. Entonces envió Salomón a Benaía hijo de Joiada, diciendo: Vé, y arremete contra él.

30 Y entró Benaía al tabernáculo de Jehová, y le dijo: El rey ha dicho que salgas. Y él dijo: No, sino que aquí moriré. Y Benaía volvió con esta respuesta al rey, diciendo: Así dijo Joab, y así me respondió.

31 Y el rey le dijo: Haz como él ha dicho; mátale y entiérrale, y quita de mí y de la casa de mi padre la sangre que Joab ha derramado injustamente.

32 Y Jehová hará volver su sangre sobre su cabeza; porque él ha dado muerte a dos varones más justos y mejores que él, a los cuales mató a espada sin que mi padre David supiese nada: a Abner hijo de Ner, general del ejército de Israel, y a Amasa hijo de Jeter, general del ejército de Judá.

33 La sangre, pues, de ellos recaerá sobre la cabeza de Joab, y sobre la cabeza de su descendencia para siempre; mas sobre David y sobre su descendencia, y sobre su casa y sobre su trono, habrá perpetuamente paz de parte de Jehová.

34 Entonces Benaía hijo de Joiada subió y arremetió contra él, y lo mató; y fue sepultado en su casa en el desierto.

35 Y el rey puso en su lugar a Benaía hijo de Joiada sobre el ejército, y a Sadoc puso el rey por sacerdote en lugar de Abiatar.

36 Después envió el rey e hizo venir a Simei, y le dijo: Edifícate una casa en Jerusalén y mora ahí, y no salgas de allí a una parte ni a otra;

37 porque sabe de cierto que el día que salieres y pasares el torrente de Cedrón, sin duda morirás, y tu sangre será sobre tu cabeza.

38 Y Simei dijo al rey: La palabra es buena; como el rey mi señor ha dicho, así lo hará tu siervo. Y habitó Simei en Jerusalén muchos días.

39 Pero pasados tres años, aconteció que dos siervos de Simei huyeron a Aquis hijo de Maaca, rey de Gat. Y dieron aviso a Simei, diciendo: He aquí que tus siervos están en Gat.

40 Entonces Simei se levantó y ensilló su asno y fue a Aquis en Gat, para buscar a sus siervos. Fue, pues, Simei, y trajo sus siervos de Gat.

41 Luego fue dicho a Salomón que Simei había ido de Jerusalén hasta Gat, y que había vuelto.

42 Entonces el rey envió e hizo venir a Simei, y le dijo: ¿No te hice jurar yo por Jehová, y te protesté diciendo: El día que salieres y fueres acá o allá, sabe de cierto que morirás? Y tú me dijiste: La palabra es buena, yo la obedezco.

43 ¿Por qué, pues, no guardaste el juramento de Jehová, y el mandamiento que yo te impuse?

44 Dijo además el rey a Simei: Tú sabes todo el mal, el cual tu corazón bien sabe, que cometiste contra mi padre David; Jehová, pues, ha hecho volver el mal sobre tu cabeza.

45 Y el rey Salomón será bendito, y el trono de David será firme perpetuamente delante de Jehová.

46 Entonces el rey mandó a Benaía hijo de Joiada, el cual salió y lo hirió, y murió. Y el reino fue confirmado en la mano de Salomón.

Análisis Bíblico

Especificaciones teológicas

Se destaca la fidelidad a la promesa davídica asegurada por la obediencia al pacto mosaico y la justicia divina que confirma el trono de David mientras aplica miseria o juicio según la fidelidad

Contexto hermenéutico

El relato refleja la consolidación del trono davídico tras la muerte de David en un contexto monárquico del siglo X aC con redacción exílica que subraya la autoridad divina de Salomón y el cumplimiento del pacto mosaico combinando historia, profecía cumplida y relatos de justicia cortesana

Síntesis bíblica

Salomón asume el trono conforme al plan divino, aplica justicia y misericordia, reafirma el pacto davídico al juzgar a Joab, Abiatar y Simei, y asegura la estabilidad y bendición sobre el linaje real

Interpretación

En este capítulo de 1 Reyes, vemos el final de la vida de David y la transición del poder a su hijo Salomón. David le da instrucciones a Salomón sobre cómo gobernar con justicia y le recuerda la importancia de seguir los mandamientos de Dios. También se aborda el tema de la justicia y la venganza, ya que David instruye a Salomón sobre cómo manejar a aquellos que le hicieron daño. A medida que Salomón asume el trono, se establecen los primeros pasos de su reinado, que incluyen decisiones difíciles pero necesarias para consolidar su poder y asegurar la paz en el reino.

Significados

  • Contexto histórico: Este capítulo se sitúa en un momento crucial en la historia de Israel, donde el reino estaba en transición de un rey a otro. David, un rey amado, está por morir, y su hijo Salomón debe enfrentar la difícil tarea de gobernar un reino lleno de intrigas y lealtades divididas.
  • Legado de David: David no solo se preocupa por su legado, sino que instruye a Salomón a seguir los caminos de Dios. Esto refleja el principio de que un buen líder debe estar en comunión con Dios y guiar a su pueblo con justicia y rectitud.
  • La justicia de Salomón: Las decisiones que toma Salomón, respecto a Joab y otros, aunque difíciles, son necesarias para establecer un reinado firme. La justicia, en este sentido, no es solo un acto de venganza, sino un medio para restaurar el orden y la paz.
  • El papel de la familia: La interacción entre Salomón y su madre Betsabé muestra la influencia de las relaciones familiares en el liderazgo. A través de la petición de Adonías, se revela cómo las ambiciones personales pueden amenazar la estabilidad del reino.
  • Profecías y promesas: David recuerda las promesas de Dios acerca de su linaje, lo que añade un sentido de esperanza y continuidad al reinado de Salomón. La declaración de que su trono será firme perpetuamente es central en la narrativa bíblica.

Aplicación a la vida diaria

  • Seguir principios éticos: Así como David le aconseja a Salomón que siga los mandamientos de Dios, nosotros también debemos buscar guiar nuestras decisiones diarias por principios éticos y morales. Esto puede incluir ser honesto en el trabajo, tratar a los demás con respeto y actuar con integridad en todas nuestras interacciones.
  • Manejo de conflictos: Salomón tuvo que enfrentar conflictos difíciles desde el inicio de su reinado. En nuestra vida diaria, es probable que también enfrentemos situaciones difíciles con personas en nuestra vida. Es importante abordar estos conflictos con sabiduría y justicia, buscando la paz y la reconciliación en lugar de la venganza.
  • Valor de las relaciones: La relación entre Salomón y Betsabé muestra que las decisiones familiares pueden influir en nuestra vida. Invertir en nuestras relaciones familiares y cercanas nos ayudará a construir un entorno de apoyo y amor, que es esencial para enfrentar los desafíos de la vida.
  • Asumir responsabilidades: Salomón tomó decisiones difíciles para asegurar su reinado. En nuestra vida, debemos ser responsables y estar dispuestos a tomar decisiones difíciles cuando sea necesario, entendiendo que a veces el bienestar del grupo o la familia puede requerir sacrificios personales.
  • Reflexionar sobre el legado: Al igual que David pensó en su legado, es valioso que reflexionemos sobre el impacto que estamos teniendo en la vida de los demás. Preguntarnos qué legado queremos dejar en nuestra familia, amigos y comunidad puede guiarnos en nuestras acciones diarias.

Ideas principales del capítulo

  • 1

    Esfuérzate, y sé hombre.

  • 2

    Guarda los preceptos de Jehová.

  • 3

    La sangre de ellos recaerá sobre la cabeza de Joab.

Preguntas para reflexión

  1. 1

    ¿Cómo puedo aplicar la obediencia a Dios en mi vida diaria?

  2. 2

    ¿Qué significa ser un líder justo en mi contexto?

Palabras clave:

obediencia justicia reino maldición

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